
A la espera del capitulo final de semejante bodorrio, nos parapetamos frente a esta laxitud administrativa. No hay mojama de cadáver que caduque ante la necesidad de nuestros bolsillos, por venezolano que se intuya el entierro.
Y es que el último clavo de este ataúd debería ser una estaca para impedir futuras reencarnaciones.
Walter, quiero un hijo tuyo.
ResponderEliminarTenemos el genoma de Walter crionizado para venderlo en latas de cien espermatozoides bien entrenados, aunque tengo la impresión de que lo tuyo es "misión imposible" o, como mínimo, "contra Natura".
ResponderEliminarSon profesionales, pero no suicidas.
Atentamente,