Hay muchas formas de desaparecer, señores.
Los grandes magos, lo suelen hacer entre cortinas de terciopelo y humo blanco. Los trileros de la Gran Vía, callejuela abajo con la mesa en hombros. Y otros, se disuelven como si nunca hubieran existido, en sustancias de diversa apariencia pero misma naturaleza.
Te compro. Te alquilo. Te vendo.
Te vendes. Te alquilas. Te dejas vender.
O tal vez, no...
Los grandes magos, lo suelen hacer entre cortinas de terciopelo y humo blanco. Los trileros de la Gran Vía, callejuela abajo con la mesa en hombros. Y otros, se disuelven como si nunca hubieran existido, en sustancias de diversa apariencia pero misma naturaleza.
Te compro. Te alquilo. Te vendo.
Te vendes. Te alquilas. Te dejas vender.
O tal vez, no...
La solucion final depende del tipo de capitan que lleva el barco.
ResponderEliminarCuando el barco se hunde, tenemos dos reacciones,
la del capitan valeroso que afronta la situación reune la tripulacion y dice "el barco se hunde" y todos puedan intentar salvarse
o la del vil, y rastrero capitan que no dice nada, se baja del barco, coje el bote salvavidas y deja que los demás se hundan...
Lo curioso es que capitanes viles y rastreros acaben siendo capitanes de otros barcos, y de otros hundimientos...
Es la maldición de la perla negra. Capitanes de otros barcos pero malditos todos ellos.
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